Jugar con nada: la
oposición de los reyes.
Los reyes son las
piezas más valiosas, su captura es imposible. El jaque mate es la posición previa
a la toma de uno de ellos, y jamás, nunca, ningún monarca, por obcecado que fuera,
pisará una casa amenazada.
Surgen de estas
reglas o caprichos humanos ciertas posiciones ricas en extremo, llamadas “de oposición”.
Figura 2: Oposición frontal,
las casillas d4, e4, f4 están prohibidas a ambos jugadores. Son casas
amenazadas por sendos reyes y, por ello, negadas. Se dice que la oposición
corresponde al bando que, en dicha imagen, aguarda la movida del rey rival.
Cuando dos reyes se
enfrentan, como máximo mediará entre ellos una casilla. Esta casa o casas mediadoras
estarán prohibidas a ambos luchadores y dicha posición se define como oposición, o reyes en oposición.
Hemos de destacar que
el número de casillas prohibidas dependerá del tipo de oposición: frontal o diagonal.
En el gráfico 2 las casillas d4, e4, f4 constituyen un campo neutral que
ninguno posee, pero, que ambos amenazan y, por tanto, late en ellas una violencia
que servirá, en el futuro, para definir una partida.
El juego de la
oposición.
Este
es un juego muy rico en contenidos. Juega primero el blanco y su objetivo es
pisar una de las casas del perímetro delimitado por las casillas a5, d5, d8. La misión
del rey negro será impedirlo. El único modo que tienen ambos reyes para avanzar
sobre territorio defendido es el uso exacto u oportuno de la oposición. Practiquen
ustedes este juego con amigos o en soledad, apreciarán la estrategia necesaria
para imponerse o llegar a una igualdad dinámica.
Digo
igualdad dinámica porque es posible que ambos reyes puedan moverse
indefinidamente sobre el tablero, sin dejar vericuetos por donde el rival se
filtre. Estas posiciones pueden considerarse como tablas o empates, es decir,
posiciones donde es imposible una victoria.
Garry.
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