Al sesgo.
Es una noche tenebrosa. El rey está
solo en la torre, en lo alto del castillo. Fuera, llueve y los relámpagos muestran
los estandartes enemigos cada vez más cerca. En el patio, los peones se hunden
en el barro y tiritan de frío… o de miedo. Viéndose perdido, el Rey manda llamar
a sus alfiles. Uno, entra, la cara blanca y los ojos de fiebre. El Rey dice:
Tu hermano… ¿dónde está?
¡Acá! Se oye detrás de las cortinas, que se abren para dar paso al otro Alfil, vestido de negro.
El Rey dice:
¿Vos?
¡Sí! Contesta y con un lanzazo, grita ¡Rey Muerto!
Sergio Galarza
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